Resumen del video de la Dra. Sue Johnson
Traducido por: Lic.Ps.Sybila Latorre
Hoy vamos a mencionar un movimiento que es especialmente tóxico para una relación amorosa. Todos somos sumamente vulnerables en el amor y podemos despertar en el otro profundo miedo, esos oscuros lugares internos en los que esperamos ser: rechazados, abandonados o dejados de lado para enfrentarnos solos a la vida.
Lo que usualmente vemos en las investigaciones con parejas en conflicto (angustiadas) es la naturaleza tóxica y disparadora del cierre o distancia emocional. Es muy difícil para la mayoría de nosotros entender cómo nosotros podemos amenazar a nuestro querido compañero/a por hacer simplemente “nada”, por estar silencioso/a o distante. Sin embargo cuando nos desconectamos, dejamos a nuestra pareja aparte, fuera y esto es una señal de peligro, para el otro que busca contacto desde su cerebro de mamífero.
Si pensamos en los miembros de una pareja como en una danza, abandonar la pista de baile o mismo quedarse quieto, realmente vuelve loco a tu pareja. Entonces el otro se torna casi más agresivo para que se le RESPONDA.
Nos desconectamos, cerramos o nos quedamos parados emocionalmente, para PROTEGERNOS o para tan solo PARAR EL CONFLICTO, pero muy a menudo es contraproducente. Cuando encuentras que no puedes engancharte, conectarte con el otro, no tienes por qué hacer esto, DILE AL OTRO simplemente donde estas en la pista de baile.
Las investigaciones en las relaciones de pareja nos muestran que poner una pared a tu pareja la asusta y alimenta el enojo. Quien coloca la pared o muro siente protección, sin embargo prende fuego tu relación, “la quema”. Esto es lo que se ha visto que funciona en las relaciones amorosas: DECIRLE AL OTRO DONDE ESTOY EMOCIONALMENTE, qué me está pasando en lugar de cerrarme al otro o desconectarme emocionalmente.
Veamos un ejemplo:
Tim (grita): -“Qué está pasando aquí?! Te callas conmigo, siempre lo haces…como si yo no te importara y quedo hablando solo conmigo mismo”.
Pat (parada lo mira y dice): “Tienes razón, me cierro a este tipo de conversación, realmente me estremecen, me sacuden. Yo no quiero dejarte solo, solo me siento confusa, me abrumo (desbordo) y solo quiero huir. Temo que tú te decepciones de mí, tan solo necesito algo de espacio aquí, necesito reducir la velocidad y recuperar el aliento”.
Tim: -“Ah…bien. Yo no sabía que te sentías de esa manera. Es una conversación dura para mí también. Podemos bajar la velocidad, ir más despacio y ayudarnos mutuamente. Disculpa por gritarte.”
Los más recientes resultados de las investigaciones nos dicen primero que: gritarle en una conversación difícil a la pareja habitualmente predice la creciente relación de angustia, ruptura y divorcio. Segundo, la Ciencia del Apego explica como esto ocurre en los vínculos de unión. Poner un muro o pared de piedra o indiferencia, cercar a alguien, desconectarse, lleva al PÁNICO del sistema nervioso del otro. Un sistema nervioso que fue cableado para la conexión. Es como si su ser querido repentinamente desaparece, esta de pronto inalcanzable detrás de una pared emocional. Entonces desesperado/a por conectar, trata de luchar contra la pared para forzar a su ser amado a responder, para no sentirse tan abandonado/a.
Como resultado de la indiferencia (de la distancia emocional por desconexión), la mayoría arde en enojo y aumenta el conflicto, en lugar de calmarse, esto tiene sentido en el amor. Como la mayoría de las veces, tiene sentido en cuanto a que dependemos de alguien y lo que hacemos cuando no hay respuesta, es cerrar la caja de la conmoción y la impotencia en nosotros. De pronto no hay relación, no tenemos impacto en el otro, estamos solos. El rechazo emocional de alguien de quien dependemos, se registra en nuestro cerebro de la misma manera que un dolor físico y ambos lastiman.
El mensaje para llevarse a casa hoy es que: Una parte clave de bailar bien juntos, es ser consciente del impacto en tu compañero/a del cierre o desconexión emocional, se siente como exclusión, rechazo, abandono. Es una estrategia dañina para la relación, pero que usamos muy a menudo. Seamos concientes.¡Cuidense!