Durante un conflicto, la pareja puede aprender cómo mantenerse en un total equilibrio, incluso cuando el compañero/a se enoja, critica o se distancia. Podemos desplazarnos de un estado en el que estamos tomados por las emociones, hacia uno de perspectiva más amplia. Cambiando el foco, tomando la perspectiva de la danza completa y viendo los padrones negativos que habitan en ambos corazones solitarios. Salir del “Tu” (acusador) y desplazarse al “estamos atascados aquí”, sintonizando con la imagen más grande, poniendo un PARE al JUEGO DE CULPARSE.
La pareja va unida al descubrimiento del esquema de la danza negativa que se manifiesta. LA DANZA DEVIENE LA ENEMIGA, no el Otro en la relación (no mi pareja).
Las investigaciones nos dicen que el recuperarse bien de las desavenencias, hace toda la diferencia en el amor.
Esto sonaría a algo así en lo concreto, ella dice: -”Nunca me escuchas, no puedo estar molesta por algo importante” (se queda quieta y le grita). Él le responde: -“Creo que este no es el mejor momento para hablar de esto… ”Ella agrega: -“Todo bien. Lo que a mí me pasa nunca te importa”. Él se levanta y se va al otro cuarto.
Este es un padrón usual, UNO SE QUEJA, el otro SE DISTANCIA. Pero en este caso, el regresa y le dice: -“Espera, este es el punto en el que estamos atascados”. Tú no sientes que yo te esté escuchando, ni que tome tus necesidades en serio. Yo me estoy sintiendo desbordado, entonces grito y corro. Y todo esto se precipita, tu estas más molesta, yo huyo más rápido y ambos nos sentimos desgraciados”.
Esta danza es lo que nosotros llamamos: el diálogo maldito o ciclo negativo. El cual no podemos hacer que pare. Ella dice:-“Si eso es, nos volemos fríos, nosotros somos fríos en ese estado. Pero yo no sabía que tú te desbordabas. ¿De verdad te pasa eso? Tomemos un té y tengamos esta conversación de una manera diferente. Tal vez no tengamos que estar tan estancados”.
Las investigaciones recientes mencionan que tenemos que cortar toda esta danza. Tan solo CAMBIANDO EL FOCO, hacia la danza en sí misma, hacia la forma en que interactuamos.
Esto realmente ayuda a que todos nos CALMEMOS y da una SENSACION DE CONTROL. Este tipo de danza (del ciclo negativo), daña la seguridad y predice escaladas de negatividad.
En la Terapia Emocional Focal, nuestras intervenciones en el laboratorio muestran como las parejas angustiadas, con mucho malestar, disminuyen suavemente la conflictividad de esta manera. Tan solo descubriendo su danza, CREAN una PLATAFORMA SEGURA, entonces pueden MOVERSE A UNA CONVERSACIÓN PRÓXIMA (como las de Abrázame Fuerte – del Libro de S.Johnson-). Que permite moverse a padrones positivos de vinculación.
Un estudio de Salvatori encontró que esa buena recuperación luego de una discusión es clave en la estabilidad de la relación. Las investigaciones de John Gottman concluyen que la REPARACIÓN DE UN CONFLICTO, también es un factor fundamental que puede hacer que funcione o se quiebre una relación.
CAMBIAR EL CANAL Y NOMBRAR como cada uno queda atrapado en el escalón que solo lleva a la soledad dolorosa, es un movimiento clave en la relación, esto de verdad funciona. La respuesta de lucha y huida se termina, cuando con quien contamos, de repente parece rechazar o cerrarle la puerta a esa dinámica (negativa). Parándose atrás y tomando el control de la manera en que bailamos juntos. NOS CALMA, y nos recuerda que nuestro ser amado, no es nuestro enemigo. ENTONCES PODEMOS RECONECTAR.
Llévense esto a casa: cuando la espiral del conflicto se torna en demandas y distancia, es hora de cambiar el canal y ver la brecha entre nosotros. Es importante detectar como ambos somos víctimas y estamos atrapados en la espiral negativa. Cuando entendemos podemos mejorar.